miércoles, 18 de enero de 2012

Perspectiva

En cualquier doctrina filosófica de la verdad, incluso en el escepticismo, subyace la idea de que, si hay verdad, ésta tiene que ser válida en todo momento histórico y para todo hombre. Si el escepticismo, por ejemplo, niega la existencia de la verdad, lo hace porque el escéptico se siente incapaz de alcanzarla, de modo que el escepticismo es más una sospecha sobre la incapacidad del hombre para relacionarse con la verdad, que una doctrina filosófica sobre la verdad misma. En el caso del perspectivismo y del circunstancialismo se podría llegar a pensar que son un escepticismo solapado, dada la multiplicidad de verdades que se pueden alcanzar desde las circunstancias y las perspectivas de cada cual. A esta situación, que puede ser paradójica, hay que darle una solución que, sin renunciar al perspectivismo, salve el carácter universal y objetivo que la verdad debe tener. Para no caer en el relativismo, según el cual la verdad de cada uno será para él aquélla que le proporciona su punto de vista, hay que establecer que las perspectivas no se excluyan unas a otras, sino que, por el contrario, puedan y deban llegar a ser complementarias. Ello hace que la verdad alcanzada desde una perspectiva determinada, aunque incompleta, tenga validez, mientras que `la sola perspectiva falsa es ésa que pretende ser la única. Dicho de otra manera: lo falso es la utopía la verdad no localizada, vista desde lugar ninguno.
"El tema de nuestro tiempo" Ortega y Gasset

No hay comentarios:

Publicar un comentario